En nuestra historia familiar, cuatro episodios claves nos desafiaron profundamente. Desde la transformación que mi hermana, con Síndrome de Down, inspiró hasta los diagnósticos de Autismo y TDAH en mis hijos, enfrentamos el dolor con resiliencia y crecimos. Luego nuestra mudanza a Chile y la superación de una relación muy tóxica completaron nuestra transformación. Aunque fue duro, aprovechamos cada desafío como una oportunidad de crecimiento personal y familiar.

Todas estas situaciones retadoras me obligaron a buscar estrategias para mantener a mi familia saludable, armoniosa, unida y feliz, para lo cual tuve que trabajar en mi propio crecimiento personal como mujer y como mamá, me certifiqué como coach de familia, aprendí sobre estilo de vida y diversas estrategias para llevar una crianza consciente. Al ver los resultados positivos en mis hijos hoy en día, definitivamente entendí que mi misión era acompañar a otras mamás a criar hijos saludable, regulados, independientes y felices.